Por Lorena de la Puente
El uso ilegal de 487 vacunas por parte de políticos peruanxs, funcionarixs del Estado, empresarixs y academicxs (1) constituye un insulto a los más de 104 mil muertos que va dejando la catástrofe de la pandemia (2); han dejado, en definitiva, una estela de dolorosa y honda pena, indignación y rabia.
La masiva protesta nacional (3), acontecida en noviembre del año pasado, nos mostró una nueva generación de peruanxs movilizados por la indignación que significó la vacancia presidencial digitada por mafias partidarias. Aquella masiva movilización significó, para nuestra historia reciente, el surgimiento de una esperanza real de cambio, una esperanza que, en medio del dolor, supo resistir, con fuerza y convicción, el burdo golpe de Estado perpetrado por el impresentable (e irrepresentable) Congreso (4). Pero, hoy en día, nuevamente, nuestra esperanza se ve golpeada moralmente en el momento más oscuro de la pandemia donde hemos alcanzado el mayor número de contagios y muertes diarias por la Covid19 (5).
¿Qué motivación podemos tener para exigir un cambio real? Y, a sólo dos meses antes de tener elecciones nacionales, ¿qué vamos a querer o poder salvar si todo parece ser hecho de corrupción e indolencia?
Frente a los legítimos cuestionamientos, tenemos hoy que asumir una posición firme frente a la degradación moral y una acción política sujeta a posibilidades de cambio real. En principio, abolamos la falsa idea alimentada por los medios de que cualquier cambio en favor del bienestar de la mayoría de peruanxs constituye una perspectiva muy radical o quizá subversiva como para concretarse. Diariamente, los medios de comunicación que benefician a los ya ultra-beneficiados de este país nombran a una serie de derechos ciudadanos, por los cuales lxs peruanxs luchan diariamente, como consignas radicales (6).
Nos preguntamos: ¿Qué tiene de radical pedir que la salud sea accesible y de calidad para todas las personas?
Digamos que radical es que al día de hoy miles de peruanxs hacen largas colas durante horas para llenar tanques de oxígeno para su familiar enfermo, sin saber con seguridad si lograrán volver a tiempo a casa (7).
Digamos que radical es que muchas familias tengan que endeudarse por años para tratar de salvarle la vida a un ser querido, pues nuestro sistema permite que clínicas privadas lucren con el dolor de la gente (8).
A caso no es radical que peruanxs mueran en sus hogares diariamente ante la vista impotente de sus familiares sin poder hacer nada ya que en los hospitales no hay camas disponibles (9).
¿Qué tiene de radical pedir que todo trabajo sea reconocido con un sueldo digno y con seguridad laboral?
Digamos que radical es que miles de trabajadorxs agrícolas formalizados ganen menos de 40 soles por día con el temor de ser despedidos en cualquier momento (10).
Digamos que radical es que miles de agricultorxs “informales” trabajen por meses en condiciones precarias para ganar 0.20 céntimos de Sol por kilo de papa (11).
A caso no es radical que grandes y medianas empresas despidan a sus trabajadorxs a pesar de ser “beneficiados” a través de millonarios créditos otorgados por el Gobierno de turno en un país donde reina desquiciadamente el desempleo y el subempleo (12).
¿Qué tiene de radical exigir que se reconozcan los derechos de la mujer y poblaciones LGTBIQ?
Digamos que radical, oprobiosa y radical realidad, es que el año pasado hubo 138 feminicidios, 208 intentos de feminicidio y 5,500 peruanas desaparecidas (13). Radical es que decenas de personas son asesinadas violentamente por su orientación sexual cada año (14).
Acaso no es radical que más del 35% de mujeres trans vivan con VIH ya que se encuentran forzadas al trabajo sexual y en condiciones de exclusión y precariedad, tomando en cuenta que a nivel nacional sólo el 0.3% de la población está afectada por este virus (15). Radical es que miles otrxs con una identidad distinta al sexo con el que nacieron no puedan vivir libremente en un país que les prohíbe cambiar su nombre en el DNI (16).
Quizá es la realidad cotidiana la que nos explica, con radicalidad, aquello que oprime a la ciudadanía, aquello que no le permite obtener una vida digna y lo vuelca en una vorágine de vulnerabilidad inevitable.
El Perú, definitivamente, es más que su clase política, aquella que durante mucho tiempo ha marcado su paso con indolencia y egoísmo.
El Perú es esa niña de Chumbivilcas que, a pesar de tener que caminar por mucho tiempo entre quebradas, llega a su aula multigrado para ponerse a estudiar.
Y acaso no es también el Perú ese adulto mayor que saluda con respeto y conversa cálidamente con cada cliente en su bodega en Lamas, a pesar de saber que esas pequeñas compras no hacen mucha diferencia al saldo del mes.
El Perú es esa funcionaria laborando en Salvación, con poco sueldo y recursos, dentro de una oficina casi siempre sin luz a causa de la lluvia.
El Perú es también esa abuela en Ventanilla que cuida de sus nietos mientras que su hija, joven y madre soltera, regresa del trabajo tras un recorrido de más de dos horas en un micro.
Y acaso no es el Perú ese agricultor en Pasco que ayuda a su vecino a limpiar el canal, pese a que cada día el kilo de sus productos tiene menos valor.
En nuestro país, toda la desigualdad e injusticia que se vive diariamente, toda esa rabia que nos mueve profundamente, es resistida con fuerza y esperanza en una constante lucha aparentemente inacabable. Y es que sí, cada vida, cada sueño, cada impulso de resistencia, lo vale.
Que las acciones de criminales con cargos públicos no nos engañen, que no pongan sombras sobre aquello que realmente somos: una nación que resiste, que coopera, que sueña y que mantiene su esperanza intacta. Y que permita en cambio darnos cuenta que no hay nada más radical que dejar las cosas como están.
Nuestra fuerza ya existe, y el cambio es posible.
Edición: Hernán Herbozo
Imagen: Uriel Ukumary Montúfar @urielmontufar
Referencias
(1) OjoPúblico “Vacunas secretas: los responsables de las dosis para médicos y funcionarios fuera del ensayo”. Ver:
https://ojo-publico.com/2484/vacuna-secreta-los-responsables-de-las-dosis-para-funcionarios
Activistas han armado en formato plano la lista publicada por el Ejecutivo. Ver:
https://github.com/RoTorresT/VacunaGate_Peru/blob/main/487vacunados.csv
(2) Según el Ministerio de Salud, al 6 de febrero lxs muertos oficiales por Covid eran más de 42 mil. Pero considerando los registros del SINADEF, casi se triplica la cantidad de personas fallecidas en el periodo de la pandemia. Ver en RPP. “Perú: 17 millones de personas se habrían infectado de COVID-19 a la fecha, según cálculo de OpenCovid”. Ver:
(3) Marco Avilés para el Washington Post, “Opinion: La flamante generación que rescató la democracia peruana desde las calles”. Ver: https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2020/11/17/peru-protestas-merino-renuncio-jovenes-generacion-bicentenario/
(4) DW. “Congreso de Perú está dando un «golpe de Estado», afirma presidente del Consejo de Ministros” Ver: https://www.dw.com/es/congreso-de-perú-está-dando-un-golpe-de-estado-afirma-presidente-del-consejo-de-ministros/a-54899100
(5) El Comercio “COVID-19: muertes reportadas por el Sinadef en Lima y 7 regiones alcanzan los ‘picos’ de la primera ola”
(6) La República. “Noelia Chávez: “El ’terruqueo’ busca negar o cancelar a todo aquel que critique este sistema””Ver: https://larepublica.pe/domingo/2020/12/06/noelia-chavez-el-terruqueo-busca-negar-o-cancelar-a-todo-aquel-que-critique-este-sistema/
(7) Jacqueline Fowks para El Pais. “Perú se enfrenta al avance de la pandemia sin suficientes camas de UCI, oxígeno ni médicos en los hospitales”. Ver: https://elpais.com/sociedad/2021-02-01/peru-se-enfrenta-a-la-segunda-ola-de-la-pandemia-sin-camas-de-uci-oxigeno-ni-medicos-en-los-hospitales.html
(8) BBC. “»Lo que más nos asusta es que a mis padres les quiten la casa»: la angustia de una familia peruana endeudada tras enfermar de covid-19”. Ver: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-55918506
(9) The New York Times. “El virus exhibe las debilidades de la historia de éxito de Perú”. Ver: https://www.nytimes.com/es/2020/06/12/espanol/america-latina/peru-coronavirus-corrupcion-muertes.html
(10) Ojo Publico. “Detrás del paro agrario: el cuestionado régimen laboral de las agroexportadoras” Ver: https://ojo-publico.com/2300/el-cuestionado-regimen-laboral-de-las-agroexportadoras
(11) Propuesta Ciudadana. “El conflicto de los paperos y el abandono del agro”. Ver: https://propuestaciudadana.org.pe/editorial/el-conflicto-de-los-paperos-y-el-abandono-del-agro/
(12) Ojo Publico. “Más de la mitad de empleos formales perdidos en pandemia fueron por suspensión perfecta”. Ver: https://ojo-publico.com/2140/el-55-del-empleo-formal-se-perdio-por-suspension-perfecta
(13) DW. “Más de 5.500 mujeres peruanas fueron dadas por desaparecidas en 2020”. Ver: https://www.dw.com/es/más-de-5500-mujeres-peruanas-fueron-dadas-por-desaparecidas-en-2020/a-56291136
(14) Wayka. “Perú: 20 asesinatos y 170 violaciones a derechos de personas LGBTI en el último año” Ver: https://wayka.pe/peru-20-asesinatos-y-170-violaciones-a-derechos-de-personas-lgbti-en-el-ultimo-ano/
(15) La Republica. “Cuando la identidad importa más que la vida: la población trans y su lucha por una salud digna”. Ver: https://larepublica.pe/genero/2020/06/28/la-comunidad-trans-y-el-acceso-a-una-salud-digna-cuando-la-identidad-importa-mas-que-la-vida-lgbti-atmp/
Adicionalmente, ver el reportaje de Salud con Lupa. “El doble estigma: las mujeres trans que viven con VIH en el Perú” En: https://saludconlupa.com/la-vida-de-nosotras/el-doble-estigma-las-mujeres-trans-que-viven-con-vih-en-el-peru/
(16) El Comercio. “Gahela Cari: “La mayoría de políticos no tiene que pelear por un DNI que reconozca su nombre”. Ver: https://elcomercio.pe/somos/historias/elecciones-2021-gahela-cari-la-mayoria-de-politicos-no-tiene-que-pelear-por-un-dni-que-reconozca-su-nombre-congreso-juntos-por-el-peru-veronika-mendoza-comunidad-lgtbiq-noticia/