Por: Equipo Editorial
Antes del inicio de la pandemia por Covid19, el Perú tenía la oportunidad de reformar su sistema político para así responder a la gran necesidad de contar con mejores sistemas electorales que fortalezcan la democracia. Fernando Tuesta (Docente PUCP y ex miembro de la Comisión para la Reforma Política) fue nuestro invitado del Café Político del día sábado 06 de Febrero (link: https://fb.watch/3w4mTZgP8C/ ). Conversamos sobre los retos y oportunidades del actual escenario de cara a las próximas elecciones.
Lo bueno:
- Que no sea posible hacer campañas en persona no necesariamente genera un impacto negativo. Desde los años 90 en el Perú importa más lo que se diga y muestre en televisión y radio antes que actividades en persona como mítines. Gracias a la Reforma (aprobada a través del Referéndum del 2018), ahora todxs lxs candidatxs tienen spots publicitarios pagados por el Estado. Lo bueno es que ahora ningún partido puede comprar espacios en televisión más allá de estos spots. Entonces, se vuelve más equitativo porque importa lo que se dice y no tanto quién tiene más dinero para pagar más tiempo al aire. Que no se puedan hacer mítines no es significativo. Lo presencial sólo se ha utilizado como escenografía.
- Hay más incentivos para ser miembro de mesa. Este año se les pagará 120 soles a cada miembro de mesa pues es importante compensar a las personas por su tiempo. Aún está en discusión la posibilidad de también vacunarlos. Ambas opciones harán más atractivo ser miembro de mesa y evitará problemas de urnas que no abren (aglomerando personas por más tiempo).
- Se están tomando medidas de bioseguridad. Se han aumentado de 5 mil a 12 mil los lugares de votación para reducir la cantidad de personas por local. Adicionalmente, se ha aumentado el tiempo para ir a votar hasta las 7pm. Y se está buscando distribuir a las personas por horarios en función a los últimos números de su DNI. Finalmente, se implementarán otras medidas como hacer obligatorio el uso de mascarilla, respetar distancia física e incluso, incentivar a que cada votante lleve su propio lapicero.
Lo malo:
- La mayoría de candidatxs continuarán haciendo campañas en persona, lo cual es un problema de salud pública. Esta situación se explica por dos factores: primero, la gente está acostumbrada a relacionarse con lxs candidatxs, a interactuar con ellxs. Segundo, lxs candidatxs van a visitar para tener material visual que luego transmitir por medios de comunicación. Como es una lucha por el poder no les interesa tanto la salud pública como sí su propaganda. Ya se han registrado casos de candidatxs contagiados que han ido a distintas zonas del país. Lamentablemente el Ministerio de Salud no decretó restringir este tipo de campañas. Es posible que el actual gobierno de transición no haya querido enfrentar esa pelea por miedo a ser calificado como obstruccionista.
- Tendremos las mismas marcas, pero con distinta gente. A pesar del intento de reforma, tenemos decenas candidatxs que se presentan con “vientres de alquiler” y no propiamente partidos: tienen inscripción, pero no una real afiliación. El riesgo es repetir el error de que lo que se dice durante campaña está orientado a ganar la elección, pero luego tales promesas no se traducen en gobierno. Lamentablemente no se aceptó la propuesta de la Reforma para que sea en la segunda vuelta cuando se elige al parlamento. Esto hubiera permitido un voto más estratégico.
- Si bien ahora la campaña en televisión es pagada por el Estado, esto no impide que algunos canales influyentes prioricen darle espacio a pocos candidatxs. Los medios juegan un rol enorme, y muchos están creando un voto preferencial porque sobre exponen a pocos candidatos bajo sus propios criterios. Y esto es propaganda gratis lo cual les da una gran ventaja electoral.

Lo que podemos esperar:
- Es improbable que se cambie la fecha de las elecciones. En nuestro país sólo en dos ocasiones de vida republicana se han cambiado las fechas. Respetar el cronograma electoral ha sido una constante. Hay razones políticas y de interés: si se cambia la fecha, afecta a quien va primero y lxs políticos están pensando en lo que les conviene, no en la salud pública. Finalmente, en otros países de la región ya se han hecho y se harán elecciones durante la pandemia: Bolivia en el 2020, y ahora Ecuador. Luego habrán elecciones en El Salvador y el plebiscito en Chile.
- No necesariamente aumentará el ausentismo por la pandemia. Para la mayoría de personas en el país, pagar una multa es un costo importante. Así como arriesgar la “muerte civil” por no votar. Además, muchas personas asisten semanalmente a lugares públicos como los mercados. Entonces, no es esperable un ausentismo en sectores mayoritarios. Tal vez estarán más ausentes quienes pertenecen a sectores socioeconómicos más altos para quienes pagar una multa no es un problema.
- Es probable que al menos 7 partidos de los 25 en carrera no superen el umbral electoral. La Reforma ahora exige superar el 5% de votos y obtener 5 escaños en el Congreso para superar el umbral. Del Congreso actual, tal vez, quienes no logren ser elegidos son Unión por el Perú, FREPAP y Frente Amplio. Probablemente sí estarán Acción popular, Acción para el Progreso, Somos Perú, Fuerza Popular, y el Partido Morado.
- Van a haber dos vueltas. Considerando cómo la distribución de la intención de voto es muy corta entre los diferentes partidos, podemos ya asumir que nadie ganará en primera vuelta.
- Quien gane la elección, no tendrá una mayoría parlamentaria aplastante. Las listas muestran una distribución larga. No se va a repetir el escenario del 2016 (con mayoría Fujimorista absoluta en el Congreso).
Cosas a tomar en cuenta:
- Que aún no exista alta intención de voto (pues las últimas encuestas continúan mostrando un electorado indeciso y desinteresado) no debería desalentar. Enero es aún temprano para tratar de anticipar el resultado electoral. Considerando cómo es realmente en febrero y sobre todo durante marzo cuando “calienta” la campaña, ¿por qué asumir que las personas ya tendrían que haber decidido su voto? Realmente, aún no se ha dicho mucho.
- Lo que para las élites en medios de comunicación se ven como “errores de campaña”, para la mayoría de la gente no lo es. Si queremos entender las preferencias de lxs votantes en Perú hay que evaluar las estrategias de campaña que sí son aceptadas por la mayoría de la gente. El uso de lenguajes directos y potenciar la idea de la “apolítica” o presentarse como la novedad son bien vistos por el electorado. No entenderlo así nos quita capacidad de lectura. Después de todo, nuestro sistema político y partidario es abrumadoramente rechazado.
Elecciones y Pandemia: Análisis Político con Fernando Tuesta
07.02.2021